¿Podría la biometría ser la nueva frontera en tecnologías de la educación?
No cabe duda de que nos encontramos en una etapa social de profundos cambios: la globalización, la digitalización, la pandemia…Todos estos fenómenos y muchos otros han transformado nuestra forma de estudiar, de trabajar, de relacionarnos y, cómo no, de identificarnos.
A las puertas del 2023 quizás cabría preguntarse qué consecuencias tienen estas nuevas maneras de proceder en el ámbito específico del aprendizaje y cómo una tecnología como la biometría podría ser una interesante aliada en un nuevo paradigma para la educación centrado en la certeza jurídica de los procesos.
La biometría como aliada
Como ciencia del análisis de las características físicas o del comportamiento propias de cada individuo, la biometría fomenta la inequívoca identificación de los usuarios de un sistema. En este contexto de cambio, la biometría podría facilitar al sector educativo el satisfacer las necesidades cada vez más complejas de la comunidad educativa durante esta transformación social que sigue en curso.
Además esta tecnología podría suponer una importante mejora en uno de los principales retos para la universidad actualmente: la seguridad de los sistemas informáticos, al dificultar el fraude de identidad mediante la autenticación biométrica.
“El valor de la identidad, por supuesto, a menudo viene con su propósito” (Richard Grant)
¿Qué podemos esperar?
Como cualquier tecnología emergente, la biometría se encuentra en pleno desarrollo de un amplio abanico de posibilidades distintas de aplicación. El mundo de la educación está todavía descubriendo sus beneficios y retos, como el reconocimiento facial, por voz y/o el patrón de escritura de un individuo en el teclado.
Sin duda esta nueva frontera para la educación es a la par emocionante e intrigante. Debido a las infinitas posibilidades de conjugación de la biometría y la certeza jurídica, podríamos estar ante el futuro de la educación universitaria, un entorno de divulgación y formación con más seguridad y garantías legales al contar con tecnologías como el reconocimiento de usuarios, la Firma Electrónica Avanzada y los certificados digitales.