Una gestión universitaria electrónica conlleva importantes beneficios como la transparencia y seguridad jurídica en procedimientos y documentos
El mundo está cambiando. Y lo hace constantemente. Nacen nuevos ámbitos de trabajo, rutinas y términos. Tenemos por costumbre adoptar una nueva palabra e incorporarla en todo momento y situación, sin tener muy claros los límites. Por eso hoy queremos abordar las diferencias entre Digital y Electrónico, aunque esto viene determinado por el marco jurídico de cada país.
Según la RAE, “digital” , dicho de un dispositivo o sistema, se refiere a aquel “que crea, presenta, transporta o almacena información mediante la combinación de bits”.
Cuando lo aplica a otro de los conceptos de moda del momento como es la firma digital, se refiere a la «información cifrada que identifica al autor de un documento electrónico».
«Lo importante es no confundir la imagen de la firma manuscrita digitalizada incrustada en un documento con la firma electrónica avanzada»
Entonces…¿A qué se denomina ELECTRÓNICO?
La firma electrónica avanzada, en la que se basa Cibërsity, es un concepto de naturaleza legal, basado en estándares internacionales, que confiere a la firma un marco normativo con validez jurídica
Esto supone una importante ventaja para la gestión integral universitaria, ya que, gracias a la utilización de la firma electrónica avanzada en cada uno de los procesos y acciones que se ejecutan en la Universidad, no se podrá en ningún caso alterar el contenido de los registros electrónicos del sistema.
Los documentos generados e incorporados en plataformas como CIBËRSITY, así como todos los procesos y acciones que se ejecutan en la gestión de una Universidad, por ejemplo, las Calificaciones de los Alumnos, Presentaciones de Trabajos, Notas finales, Contratos de Docentes, Procesos Administrativos, etc., son Firmados Electrónicamente.
Pueden ser usados o archivados, de manera que, en cualquier momento, será posible validar el documento para confirmar que la firma era válida en el momento en el que fue firmada, todo ello unido inequívocamente a la trazabilidad del expediente desde su origen.
En definitiva…
La firma electrónica avanzada dispone de validez y seguridad jurídica. Confiere transparencia y prestigio a la institución que la incorpora ya que los documentos y procesos estarán siempre vinculados a un usuario y se podrá comprobar la autenticidad de documentos y autoría de procedimientos en todo momento, produciendo todos los efectos previstos en el ordenamiento jurídico.
Y usted, ¿a qué espera para implementar la firma electrónica avanzada en su Universidad?